lunes, 15 de marzo de 2010

¿Qué hacemos con la información?


Hace aproximadamente 570 años, alrededor de 1440 Johannes Gutenberg invento la imprenta moderna, aposto a que era capaz de hacer a la vez una copia de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba de copiar una el más rápido de todos los mojes copistas del mundo musulmán y que estas no se diferenciarían en lo absoluto de las manuscritas por ellos. Pidió dinero a un prestamista judío, Juan Fust, y comenzó su reto sin ser consciente de lo que su invento iba a representar para el futuro de toda la Humanidad. Los medios escritos han sido desde ese entonces los preferidos para compartir información, cualquiera que esta sea. Hasta hace algunos años, esta tendencia cambio radicalmente, pues ahora hay una gran cantidad de información en la interred y su disponibilidad es mucho mayor comparada con libros, revistas o periódicos por mencionar algunos. Hace apenas algunos años era casi imposible poder leer un artículo de una revista publicada al otro lado del mundo, o comprar un libro editado en un país diferente al nuestro, esto ha cambiado, es muy fácil enterarse de muchas cosas “con tan solo un clic”. No todo en la interred es bueno y no todo es mejor, existe una gran cantidad de información y muchas maneras para difundirla que resulta casi imposible poder cuantificarla, pero no solo eso, hay tanta información disponible que resulta difícil saber qué hacer con ella. Hace unos días en mi página de Feisbuc (Facebook) me encontré con que tenía más de 20 notificaciones, todas sobre encuestas, ¿con qué músico te identificas? ¿Cuál es el horóscopo que mejor te va? ¿Qué clase de novio deberías tener? ¿Qué mentalidad tienes? Y cosas como esas. La ciencia en colaboración con la tecnología nos ha brindado la capacidad para llenarnos de información, pero a veces cuando hay tanta y tan disponible como en el caso de la interred, lo que hacemos es pervertirla, resulta difícil creer que algo que pudo haber sido creado para facilitarnos la vida, nos la esté complicando. Tanta información utilizada de la peor manera no puede producir sino vértigo y angustia.

martes, 9 de marzo de 2010

El cierre del Museo de la Luz


Uno de los consejos más valiosos que he rescatado del libro antología de la divulgación es que hay que escribir solo cuando se tiene algo valioso que decir, pido una disculpa a los lectores de esta columna por la ausencia de información durante estas semanas, pues aunque había muchas cosas que decir, todas ellas valiosas, decidí dar un tiempo para recabar información y exponer nuevos temas. Se inicia una nueva temporada de Ciencia Beat con una noticia por demás importante, el cierre del Museo de la Luz, ya antes había dedicado una columna a hablar de la importancia de la exposición ahí montada. Como parte de los festejos del bicentenario de la independencia de México y centenario de la revolución, se planea montar una exposición en el recinto del Museo de la Luz dedicada a la constitución. No es que estemos en contra de dichos festejos pero parece ilógico que festejemos cerrando espacios dedicados a la cultura, la historia y la ciencia, sobre todo a la ciencia. Y ya que estamos con los festejos, porque no ponerse cursis, hace poco me llego un correo electrónico con una frase que decía más o menos así “el pasado es historia, el futuro es un misterio y el presente un regalo, por eso se llama presente” si bien no debemos echar en saco roto nuestra historia, pues ya saben lo que dice, “quien no la conoce esta condenad@ a repetirla”… si podemos más o menos intuir cual será nuestro futuro de seguir con el camino que llevamos y me salta una pregunta ¿Qué festejaremos en el 2110? ¿El recorte al presupuesto a la ciencia y a la educación, a la cultura? Es probable que el futuro no sea del todo un misterio, pero el presente es lo único que tenemos y podemos palpar, tenemos el museo de la luz, que pronto cerrara sus puertas por decisión de nuestro gobierno. Como divulgador es un hecho que me consterna, como ciudadano también, ese museo del que alguna vez hable en esta columna no lo volveremos a ver, quienes lo visitaron sabrán de que hablo, una pieza majestuosa en toda la extensión de la palabra, ya hay una gran movilización por parte de mucha gente, para muestra esta una página en Facebook y una más en Twitter, pero hace falta que muchos de nosotros nos demos cuenta de la importancia que radica en el hecho de conservar un museo dedicado a la divulgación de la ciencia, la cultura y la historia, ¿Qué es la luz? ¿Qué es el electromagnetismo? ¿Por qué vemos tal o cual color? ¿Qué es una lente? ¿Qué es un prisma? ¿Cómo viaja la luz? ¿Cuál es la diferencia entre luz y electricidad? Preguntas como esas son respondidas con una vista a este lugar. Quienes ya lo visitaron y se quedaron con ganas de regresar háganlo lo más pronto posible, y quienes aún no saben de qué les estoy hablando no duden en asistir, pues queda poco tiempo y es un gran presente que conozcamos lo que ahí se tiene. Doscientos años de ser orgullosamente mexicanos no solo significa apreciar nuestro pasado y nuestra historia sino también conocer lo que somos y lo que tenemos y preservarlo. A los que dieron la vida en la independencia y a los que murieron en la revolución estamos infinitamente agradecidos, y nosotros… ¿Qué tenemos? ¿Qué hemos hecho?
NO AL CIERRE DEL MUSEO DE LA LUZ.