martes, 15 de septiembre de 2009

Secuestro por mandato Divino



El hombre busca encontrar la respuesta a muchas de las interrogantes que parecen no tener una respuesta lógica. Las religiones a menudo ofrecen una contestación momentánea. ¿Por qué existe el mundo, las estrellas, el sol, la vida? ¿De dónde venimos y a dónde vamos? Las deidades suelen ser producto de la imaginación, y una manera de encontrar consuelo y paz. Para la ciencia, las repuestas tienen que ser más precisas, más adecuadas y “la verdad”, a veces suele ser una meta que pareciera de difícil alcance. La ciencia no es aquel conocimiento que acumula pruebas a su favor, más bien es aquel conocimiento que ha superado todas las propuestas en su contra. Solo así se obtiene conocimiento que puede ser considerado científico. Cuando un hombre asegura haber tenido conversaciones con Dios, es posible que en verdad las haya tenido, es posible que exista Dios y es posible también que haya creado al mundo en siete días. Pero solo puede ser concebido desde la teología, desde un punto de vista espiritual y finalmente es un acto de fe. Se acepta como dogma, no se hacen preguntas, y no cuestiona la naturaleza del acto en sí. La ciencia es debatible, la religion es un acto de fe. El fanatismo se puede convertir en fatalismo cuando una persona lleva sus creencias más allá de lo que significan. Tratar de salvar a una población poniendo en peligro a otra no tiene justificación. Si Dios quiere que uno de nosotros salve a nuestros semejantes, ¿justificara el secuestro de otros tantos? Aquí huele a gato encerrado; lo que sea que eso signifique.

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